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Aseo del paciente encamado: protocolo de actuación

Publicado por ASISTED el 19 marzo, 2019

Aseo_paciente_encamado_Febrero_2019

Saber cómo realizar el aseo del paciente encamado es fundamental cando nos encontramos con que la persona dependiente se encuentra ya encamada. Si no le es posible desplazarse al baño para asearse en la ducha o bañera, los que les asistimos debemos realizar el baño en la propia cama.

Para ello se necesita seguir un protocolo establecido y tener preparado de ante mano todo el material que se va a necesitar durante el proceso.

Recomendaciones para el aseo del paciente encamado

  • En los encamados, el aseo corporal alivia el dolor, la rigidez articular, y reduce molestias como el prurito o comezón, ocasionado por la piel seca.
  • Antes de iniciar el baño, hay que decirle a la persona lo que vamos a hacer, ya que le estamos violentando su intimidad física y psíquica.
  • Al retirar el camisón o pijama, cubrir al paciente con una toalla grande.
  • Limpiar su cuerpo por partes con una esponja sumergida en agua tibia jabonosa. El jabón debe ser de pH neutro, de lo contrario favorecerá la resequedad de la piel.
  • Para que el paciente no se enfríe, cubrir el área limpia con la toalla.
  • Comenzar el lavado colocando al paciente boca arriba, y terminar girándolo boca abajo. Si no puede permanecer en esta posición, se recomienda colocarlo de lado.
  • Comenzar el lavado por la cara, y seguir en este orden, cuello, extremidades superiores, abdomen, extremidades inferiores, y por último los genitales, ano y glúteos.

La higiene de las mucosas:

Higiene de los ojos

El lavado de los ojos debe hacerse con una toalla o paño suave humedecido en agua, efectuando pasadas desde el lagrimal hacia el ángulo externo del ojo. Usar un paño para cada ojo.

Higiene de las fosas nasales

Lavar la nariz instilando unas gotas de agua con sal o con una gasa impregnada en suero salino. Debe cambiarse de gasa para cada fosa nasal.

Higiene de la boca

  • El lavado de la boca debe hacerse diariamente con suavidad, usando un mango de cuchara o un baja lenguas envuelto en una gasa impregnada de suero o agua con bicarbonato.
  • Procurar llegar a todos los lugares: paladar, encías, base de la boca y lengua.
  • Enjuagar adecuadamente, con la debida precaución para que el paciente no se ahogue.
  • Humectar los labios con vaselina o algún otro producto para ello.
  • Proceder al lavado tras cada una de las comidas, aun cuando el paciente se alimente por otra vía diferente a la oral.
  • En las personas portadoras de prótesis, retirar las dentaduras y proceder a su limpieza tras cada comida. La dentadura postiza se debe retirar siempre para dormir.

Una vez que se ha finalizado el aseo del paciente encamado

  • Se ayudará al paciente a ponerse la ropa interior y el camisón o el pijama.
  • Se le peinará si no es capaz de hacerlo por sí solo.
  • Se le refrescará con colonia si lo desea y, en caso de ser necesario, se le cortarán y limarán las uñas de manos y pies.
  • Se cambiará la ropa de la cama o aireará, según sea necesario. Se dejará al paciente bien acomodado y con las barandillas en ambos lados de la cama elevadas, de contar con una cama articulada, y con un timbre a su alcance para que puedan llamarnos si necesitan algo.
  • Se recogerá el material y guardará en su lugar.
  • La persona que realice dicha tarea se quitará los guantes y lavará las manos.
  • Cualquier tipo de anomalía que podamos apreciar durante el baño, se apuntará y se le comunicará al enfermero o a la familia. Anomalías como rojeces en la piel, erupciones, disnea, o debilidad de extremidades, por nombrar algunos ejemplos.

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