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Cuidados específicos para paciente oncológico

Publicado por ASISTED el 5 febrero, 2019

Cuidados enfermos oncológicos

El cuidado de un paciente oncológico entra dentro del ámbito del cuidado de personas que necesitan asistencia y apoyo. No solo debemos pensar en personas con algún grado de dependencia o discapacidad. También existen otro tipo de patologías de carácter crónico, terminal o temporal, que requieren de ayuda y cuidados como puede darse en el caso de pacientes oncológicos.

Toda persona que tenga una sospecha de tener cáncer debe poder acceder, dentro de un plazo sensato y prioritario, a que se le realicen las pruebas pertinentes para confirmar o descartar dicha patología.

Los pacientes oncológicos reciben las siguientes terapias: cirugía, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia o terapias biológicas (modificadoras de la respuesta de nuestro propio organismo).

Los profesionales implicados en los diversos tratamientos que puedan serles administrados a los pacientes, han de trabajar de manera coordinada con el objetivo de lograr la mayor eficacia terapéutica, tratando de ocasionar siempre las menores molestias posibles a los pacientes.

Los cuidadores de enfermos oncológicos tienden a ser por lo general familiares o miembros del entorno cercano del afectado. Ellos serán los que brindarán el apoyo físico y emocional a la persona diagnosticada.

Dichos cuidadores pueden tener diversas responsabilidades, unas serán diarias y otras pueden ir surgiendo a lo largo del proceso según se necesiten.

Algunas de las tareas que llegan a realizar los cuidadores son:

  • Proporcionar apoyo y ánimos al paciente.
  • Administrar la medicación pertinente.
  • Ayudar a sobrellevar los síntomas y efectos secundarios.
  • Coordinar las citas médicas y los traslados a estas.
  • Encargarse de la alimentación de la persona y las tareas domésticas.
  • Gestionar cuestiones legales y económicas.

Tipos de cuidados para un paciente oncológico

Existen muchas maneras de ser cuidador de un familiar. Para algunos, cuidar y dar asistencia puede significar cuidar del paciente las 24 horas del día.

Para otros, puede ser encargarse de buscar información médica o gestionar trámites o la obtención de ayudas adicionales. Cada situación, enfermo y familia son únicos.

Cada persona con cáncer y sus familias viven realidades comunes y distintas a la par. Lo que hay que tener muy en mente es que a medida que el tratamiento y la enfermedad vayan cambiando, lo mismo ocurrirá con las necesidades de cuidado.

Hay cuidadores que viven en el hogar, los hay que comparten responsabilidades o los que proveen cuidados desde el exterior facilitando el día a día del paciente oncológico.

1. Cuidador principal de un paciente oncológico

El cuidador principal acostumbra a ser el cónyuge, la pareja o un hijo y asumirá las funciones más complejas del cuidar y proporcionar asistencia y apoyo al enfermo. También otros familiares, amigos cercanos o vecinos (el entorno cercano en general) pueden ser cuidadores, asumiendo un rol secundario.

2. Cuidadores con responsabilidad compartida

En algunas familias la responsabilidad del cuidado se comparte entre varios miembros o con otras personas del entorno.

Repartirse las labores y cargas del cuidado del paciente entre varios familiares tiende a ser complejo, ya que pueden detonar la aparición o empeoramiento de conflictos previos.

Sin embargo, cuidar de un familiar con cáncer también puede producir un efecto contrario y hacer que la familia se vuelque y una más.

3. Cuidadores exteriores

En ciertos casos, un familiar o un miembro del entorno del enfermo que no vive cerca de la persona se ocupa de la gestión de los cuidados.

Un cuidador “a distancia” tiende a realizar la gestión de los servicios por teléfono o correo electrónico: organizando el que voluntarios, amigos y otros individuos asistan al afectado.

Cuidar de una persona con cáncer que vive lejos de nosotros suele ser muy duro emocionalmente.

La distancia física entre el cuidador y la persona a la que cuida produce un incremento de las preocupaciones diarias del cuidador y puede causar preocupaciones de tipo económico.

Sin embargo, siempre se pueden tomar ciertas medidas para que uno sea un cuidador más eficiente y útil, independientemente de cuán lejos esté del enfermo. Y eso pasa por tener un buen nexo de gente en la que puedas delegar.

Los desafíos de cuidar de un enfermo de cáncer

Los desafíos del cuidado de un enfermo con cáncer pueden incluir algunos o todos los siguientes:

  • Estrés físico y emocional.
  • Menos tiempo para la vida personal y familiar.
  • Necesidad de equilibrar las responsabilidades laborales con las de cuidado del paciente.
  • Estrés económico.
  • Falta de privacidad.
  • Sentimientos de aislamiento y soledad.

Acompañar en el cuidado de un paciente oncológico no es sencillo.Sabemos la intensa repercusión emocional y psicológica que genera tanto en quien lo padece como en aquellos con un vínculo emocional con él.

Es por ello que incidimos en la importancia de, como cuidadores familiares, reforzar y darle importancia a aquellos aspectos positivos que también encontramos en el asistir:

  • Estar comprometidos con brindarle todo el apoyo posible a la persona enferma
  • Ser conscientes de que estar a su lado mejora su calidad de vida y el bienestar de la misma.
  • Hallarnos ante una oportunidad única de enriquecer o renovar una relación con la persona enferma.
  • Ser un ejemplo positivo de respeto y solidaridad del que otras personas pueden aprender.

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