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6 técnicas para facilitar la higiene de personas dependientes

Publicado por ASISTED el 13 agosto, 2021

La higiene de personas dependientes es una de las primeras actividades cotidianas que se ve afectada cuando una persona empieza a tener problemas para ser completamente independiente.

El rol del asistente en el caso del aseo personal es muy importante porque requiere de un grado de intimidad y respeto elevados para que el asistido se sienta seguro.

Dependiendo del grado de dependencia de la persona deberemos implicarnos más o simplemente supervisar la tarea.

En verano, las tareas de higiene deben darse más a menudo. Por el calor, tendemos a sudar más y es necesario refrescarnos más frecuentemente.

Importancia de la higiene diaria

Con el tiempo, mantener una higiene constante es cada vez más difícil y, por eso, es necesario alentarles de forma calmada y entender que, lo que para nosotros es algo sencillo y cotidiano, para ellos requiere mucho más esfuerzo.

La higiene es, además de una forma de salud y de evitar malos olores, una forma de tener buenos hábitos además de aportarnos sensación de confort y bienestar.

Por tanto, aunque sea una tarea difícil, debemos tratar de que entiendan que, después de asearse van a sentirse mejor.

Aún así, si algún día están más desanimados y no tienen ganas de una ducha completa, tampoco debemos obligarles. Es mejor realizar una rutina sencilla, con lavar la cara y dientes, asear las zonas intimas y cambiar de ropa, puede ser suficiente.

¿Cómo podemos facilitar la higiene de personas dependientes?

Adaptación

En primer lugar, debemos adaptar los espacios para hacerlos funcionales y facilitar la tarea.

Es buena idea ensanchar las puertas de casa en caso de que precisen de andador o silla de ruedas.

Adaptar el baño es fundamental. Cambiar la bañera por un plato de ducha, añadir agarres en las paredes, alzar el retrete y adaptar la pica puede dar un cambio radical en la percepción de la hora del baño y ayudar en su independencia.

Comunicación continua

Otro consejo imprescindible es manejar la comunicación asertiva.

Comunicar todos los cambios que vayamos a realizar y preguntar su opinión es fundamental para crear una relación basada en la confianza y el respeto.

Las personas en situación de dependencia muchas veces se sienten en una posición de inferioridad al ver que poco a poco van perdiendo ciertas facultades.

Por eso, es fundamental animarlos a ser independientes en el grado que puedan y incluirlos en las conversaciones y decisiones que les afecten para que puedan decidir sobre sí mismos.

Crear una rutina consensuada

En relación con el punto anterior, ¿por qué no tratamos de consensuar una rutina que favorezca a las dos partes?

Preguntar en qué momento prefieren ducharse, a primera hora o antes de dormir, y sus preferencias, ¿utilizan un gel concreto? ¿algún champú especial?

Debemos preguntar qué rutinas siguen normalmente y adaptarnos en la medida de lo posible a su forma de actuar y, si tenemos que modificar alguna conducta, consensuarlo siempre primero.

Utilizar productos que faciliten la tarea

Existen cantidad de productos creados especialmente para facilitar tareas cotidianas a las personas con algún grado de dependencia.

Podemos incluirlos en las rutinas de higiene diarias para aportarles mayor independencia.

Por ejemplo, asientos específicos para ducha antideslizantes, esponjas de jabón que solo necesitan un poco de agua para funcionar, elementos antideslizantes, alzadores o soportes de ayuda.

Simplicidad y eficacia

Lo más aconsejable es seguir siempre la misma rutina evitando cambios drásticos sin consultarlos primero.

Evita complicaciones innecesarias, lo mejor es simplificar la tarea y llevar a cabo las acciones más eficaces.

Así, conseguiremos optimizar el tiempo de baño e invertir menos tiempo en hacer lo mismo.

Anticiparse a situaciones difíciles

Por último, intenta anticiparte y evitar, siempre que sea posible, situaciones difíciles.

La pérdida de movilidad y autonomía suele ser un golpe duro para todas las personas de la tercera edad. Es normal pasar por días donde el estado anímico no es el mejor y nosotros debemos aprender a gestionar estas situaciones.

Una buena opción es mantener la calma, tratar de dialogar de forma asertiva y llegar a acuerdos conjuntos.

De todas formas, si algún día no podemos realizar la rutina de higiene de personas dependientes al completo, no pasa nada. Es recomendable dejarlo pasar e intentar otras formas de aseo.

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