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8 consejos para prevenir las enfermedades en la vejez

Publicado por ASISTED el 25 abril, 2019

Envejecimiento activo saludable

Para prevenir las enfermedades en la vejez debemos entender que el envejecimiento es un proceso natural que forma parte del ciclo vital.

Normalmente, lo asociamos con enfermedades y discapacidades, aunque se ha comprobado que pueden posponerse y reducirse adoptando un estilo de vida saludable.

Así, nace un nuevo concepto de envejecimiento, donde se considera que el individuo es capaz de diseñar, en cierta medida, su manera y forma de envejecer. Son reconocidas las necesidades y los derechos del adulto mayor en lo que respecta a su autonomía, participación, dignidad, aprendizaje y realización propia. El fin es lograr alcanzar una adaptación positiva y la mayor satisfacción vital posibles.

Definición de envejecimiento activo y saludable

La OMS (Organización Mundial de la Salud) presentó en el año 1999 el concepto de envejecimiento activo. Su intención era la de establecer una definición más completa que el de envejecimiento saludable existente. Una definición, que reconociera los factores que junto a la atención sanitaria afectan en el envejecimiento de las personas y la población.

Así, la OMS modificó su interpretación “como el proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”. Lo que puede entenderse como promoción de la salud y prevención de enfermedades, compromiso activo con actividades comunitarias y sociales, y reconocimiento de los derechos de los adultos mayores.

Cómo prevenir las enfermedades en la vejez

A continuación comentamos algunas medidas a tener en cuenta para prevenir las enfermedades en la vejez de acuerdo con la evidencia científica:

1. Ejercicio físico

El ejercicio físico reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, obesidad, diabetes, osteoporosis y demencia. Favorece la independencia funcional y mejora la calidad de vida.

2. Alimentación adecuada

Una dieta rica en fibras y baja en grasas saturadas disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad.

3. Actividades sociales y recreativas

Las personas mayores, por lo general, disponen de mucho tiempo libre debido a que ya no trabajan y/o que los hijos se han ido de casa. Estas nuevas circunstancias obligan a reestructurar las redes de relaciones familiares y sociales, adoptando nuevos roles de acuerdo a sus condiciones, intereses y capacidades. Sin una estructura social, pueden acabar tendiendo al aislamiento que provoca un aumento del riesgo de depresión, ansiedad y una mala auto-percepción de salud.

4. Prevención del abuso de alcohol, tabaco y medicaciones no prescritas

El tabaco aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares, cardiovasculares y de varios tipos de cáncer. El abuso de alcohol puede producir deterioro cognitivo y problemas en el hígado, páncreas y corazón. Ciertos fármacos que no requieren prescripción, como los analgésicos, pueden producir efectos adversos severos si no se toman adecuadamente, o interacciones peligrosas con otros fármacos.

5. Control clínico

Ciertas patologías como la hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto tienden a no dar síntomas y aumentan el riesgo de enfermedades coronarias y cerebrovasculares. Su detección precoz y adecuado tratamiento disminuyen el riesgo.

6. Vacunación

La vacuna antigripal reduce las tasas de complicación y mortalidad por influenza estacional. Además, vacuna antineumocóccica reduce la enfermedad invasiva por el neumococo. Por último, la vacuna doble para adultos previene la enfermedad por tétanos y difteria.

7. Control de la vista, la audición y la salud bucal

La presbicia, catarata y glaucoma son causas comunes en la disminución de la agudeza visual, que pueden desencadenar declinación funcional y caídas, y se pueden tratar de manera eficaz. La disminución de la agudeza auditiva y visual pueden llegar a producir aislamiento si no se resuelven. Problemas con la dentadura, como la ausencia de piezas dentales o prótesis inadecuadas, pueden ocasionar dificultades para la masticación, disminución de la ingesta de alimentos y desnutrición.

8. Prevención de caídas y accidentes

Cerca de un 30% de los individuos mayores de 65 años se caen al año. El 5% de los que se caen sufre una fractura y/o requiere de hospitalización. Los factores que predisponen a caídas pueden ser inherentes al individuo como problemas de visión, articulares, neurológicos o de tipo ambiental.

Por todo lo explicado anteriormente, es de suma importancia que cuando llegamos a ciertas edades, debemos centrarnos en nosotros mismos, dedicarnos tiempo y cuidarnos para llegar a la vejez con una mayor calidad de vida.

Para ello es importante prestarle atención a nuestro estilo de vida, realizar cambios para vivir de una forma más saludable y tener en consideración las medidas de prevención que hemos citado en este artículo.

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