El blog del asistido

¿Cómo afecta cuidar a una persona con demencia?

Publicado por ASISTED el 29 enero, 2019

Impacto cuidado familiar

Con la llegada a casa de una demencia, debemos tener claro que ésta va a marcar un antes y un después en nuestro hogar y en nuestras vidas. Va a generar un enorme y terrible impacto emocional, físico y psicológico, tanto en el enfermo como en su entorno más querido.

La experiencia nos cambia la existencia. Hará enfrentarnos a una de las realidades que muchos no quieren ver, por miedo a verse reflejados en ellas, y más exigentes y dolorosas emocionalmente que existen.

Esa es la descripción de lo que son las demencias para quienes convivimos o hemos convivido con ellas. Son muy duras, extremadamente demandantes y muy tristes.

Asistir a un afectado de demencia es un arte, una vocación. Hay que tener una sensibilidad particular, una gran inteligencia emocional y, por encima de todo, un alto nivel de paciencia, comprensión y empatía. Hay que estar hecho de una pasta especial para atender a un enfermo de estas características.

Son personas que necesitan todas esas cosas, sumadas a un respeto absoluto que les dignifique en todo momento y cantidades ingentes de amor.

¿Y qué impacto directo tiene el cuidar para a los cuidadores principales familiares, física y psicológicamente a la larga, si no recurrimos a ayuda?

  • En nuestro descanso, pautas y patrones de sueño
  • En nuestras relaciones sociales personales si no disponemos de tiempo propio
  • Causa irritabilidad, cansancio físico y psicológico
  • Te rompe emocionalmente produciendo en ti depresiones, angustia y ansiedad
  • Te puede conducir a sufrir el ‘Síndrome del Cuidador Quemado’ por sobrecarga
  • Te puede llevar al abuso de medicamentos, tabaco, comida y/o alcohol
  • Estás al cargo de alguien cuya dependencia va a ir en aumento y te va a exigir más
  • Nos irá aislando debido a que poco a poco la familia y los amigos te irán dejando solo
  • Abandono del cuidado propio
  • Somatizaciones y problemas de salud (algunos graves)
  • Sentimientos de soledad, desesperación, falta de apoyo e irascibilidad
  • ·Agotamiento y cansancio crónicos

La dependencia de la demencia

Las demencias son uno de los tipos de dependencia más complejos de tratar. La gestión de las situaciones límite ante las que la enfermedad nos coloca, es uno de los retos más importantes para un asistente de una persona dependiente afectada por cualquier tipo de demencia.

Tener paciencia y ser perseverante son dos de las virtudes más relevantes a la hora de realizar una buena labor asistencial.

Sin duda, es difícil no desgastarse atendiendo a una persona con demencia. Con ellos, es un volver a comenzar constantemente y encontrarse con nuevos retos y obstáculos a medida que progresa la patología.

Por lo tanto hay que buscar aunque solo sea en instantes, la congratulación recíproca entre asistente y asistido.

La asistencia de una persona con algún tipo de demencia es todo un reto y una carrera de mil obstáculos. Y como familiares de enfermos de este perfil, hemos de ser muy conscientes de que antes o después vamos a necesitar ayuda y a planificar y estructurar, al milímetro, su día a día.

Vamos a convertirnos en padres de nuestros padres. Vamos a vivir un proceso que nos va a demandar mucho tiempo y esfuerzo. Y va a llegar un momento en el que la dependencia por demencia nos va a exigir y presionar tanto que tendremos que aceptar que no lo podemos hacer solos.

Aprender a pedir ayuda antes de que el cuidar nos desborde es vital para quien recibe asistencia como para el familiar que asiste.

 

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