Tomar decisiones respecto a la asistencia domiciliaria y los cuidados no es fácil. En particular cuando hemos de plantearnos el introducir a alguien en nuestra vida o en la de un ser querido, que cubra esas necesidades específicas.

Antes de aceptar y recurrir a un apoyo profesional, tales preocupaciones se centran en las necesidades, carencias y riesgos derivados de dichas limitaciones. Las mismas que nos conducirán a decidirnos por contratar los servicios de asistencia profesional.

¿Cuándo pedir asistencia domiciliaria?

Los dos aspectos que más suelen preocuparnos y que nos llevan a tomar la decisión de recurrir a contratar ayuda externa son:

1. La soledad: aislamiento, apatía, depresión, falta de estimulación, actividad e interacción social
2. La inseguridad: ¿qué me puede o le puede pasar a la persona cuando no tenga a nadie a su lado?

Las personas que conviven con cualquier tipo de dependencia son objetivos extremadamente vulnerables dentro de nuestra sociedad al igual que los niños y los ancianos. Recordemos que no todas las dependencias han de asociarse a la vejez y que no todos los dependientes tienen problemas cognitivos/conductuales.

El colectivo de personas dependientes, con cierto grado de autonomía e independencia o sin ella, es más propenso a convertirse en víctima de abusos. Abusos que pueden darse tanto en su entorno más cercano como fuera de él.

Llegado el punto en el que debemos tomar la decisión de buscar una empresa de asistencia, ya sea para nosotros mismos o para un familiar dependiente, esa simple acción pueden representar toda una montaña para nosotros.

¿Cómo busco? ¿Cuál ofrece un mejor servicio? ¿Qué empresas tienen mejores valoraciones, mayor experiencia y profesionales más preparados para afrontar las necesidades específicas asistenciales de la persona?

Son muchas las preguntas que nos hacemos y las dudas y miedos que pueden surgir. Hay cantidad de factores que debemos tener en cuenta a la hora de escoger una empresa de asistencia domiciliaria. Pero, ante todo, debemos siempre tener presente las siguientes tres características principales: confianza, garantías y seguridad.

Lo que ha funcionado siempre entre las personas es el sistema boca oreja. Ante dudas de este tipo de naturaleza delicada, tendemos a preguntar a conocidos que se encuentren en situaciones similares sobre las empresas que ellos mismos utilizan, a informarnos sobre aquellas de las que más podamos haber oído hablar o que mejores valoraciones de clientes pueden tener.

La tranquilidad y seguridad son, por tanto, los puntos clave en los que nos centramos cuando valoramos contratar los servicios de una asistencia profesional.

Y ¿cómo logramos alcanzar esa garantía de calidad, tranquilidad y seguridad?

• Siendo exigentes en la elección: informarse sobre la reputación de la empresa, considerar las valoraciones de sus usuarios y el nivel de satisfacción con los servicios prestados, evaluar la calidad humana y profesional de ésta, y con qué protocolos de atención al cliente, valores corporativos, humanidad y ética cuentan.
• Teniendo la certeza de que se velará por el bienestar integral del asistido. Velar por la seguridad de alguien es blindarlo de los riesgos que se pueden presentar y que por sus circunstancias no tiene recursos para defenderse por sí misma.
• Sabiendo, sin margen de dudas, que la empresa proporcionará una asistencia personalizada flexible basada en la confianza, el respeto, el buen trato y la discreción.

Cuando estemos decididos a recurrir a servicios de asistencia profesional, escojamos aquel proveedor que mejor se adecue a las necesidades del usuario y su entorno.

Tranquilidad, seguridad y calidad, son los tres aspectos principales sobre los que debemos enfocar nuestra selección y con los que ser más exigentes cuando comparamos entre proveedores de servicios de atención personal. Lo importante, a la hora de decidir, es escoger la que creas que mejor te aportará esas tres cualidades y con la que sientas que eres tú quien tiene el control.

¿Qué destaca a una empresa de asistencia domicilairia como la nuestra de otras empresas de contratación?

1. La humanidad y empatía
2. El abordaje integral que proporcionamos
3. Los valores, la ética y el nivel de exigencia con nosotros mismos y nuestros empleados

Asistir, no cuidar

• Nosotros no cuidamos, asistimos: estamos atentos al bienestar físico y emocional así como a la seguridad de la persona.
• Prevenimos el riesgo: aseguramos el buen funcionamiento del servicio con el control de los asistentes.
• Conjugamos la profesionalidad: seleccionamos, apoyamos y retenemos el talento de nuestros asistentes.
• Para cada necesidad, tenemos una solución a medida: nuestra experiencia de 40 años nos permite aportar soluciones de éxito.
• Ponemos el sentimiento: damos una respuesta emocional adecuada en cada situación.
• Cumplimos con la confianza esperada: ofrecemos cada día la máxima entrega para conseguir tu tranquilidad.

ASISTED es una empresa seria y responsable que nunca abandona a un asistido a su suerte por muy difícil que se ponga una situación y pone el máximo interés en lograr el bienestar del asistido.

Nuestro objetivo principal se centra en el bienestar, la calidad de vida y la comodidad del cliente. Nuestra máxima es respetar siempre la voluntad del asistido, ofrecer un servicio de asistencia domiciliaria que mejore la calidad de vida de la persona dependiente según nuestros valores, y ayudar a quienes más lo necesitan de manera profesional y humana.