El blog del asistido

Cuidados en casa, asistencia que potencia los buenos hábitos

Publicado por ASISTED el 10 enero, 2019

Cuidados en casa

Los cuidados en casa son muy valorados por todos. Ya conocemos la expresión que reza: «como en casa en ningún sitio», se la hemos oído mencionar a decenas de personas. Incluso algunos de nosotros mismos también la habremos usado al llegar a nuestro domicilio tras un tiempo o una temporada fuera de él. Pero quien utiliza esta frase con mayor frecuencia son las personas mayores.

Y es que si nos paramos a pensarlo, esas palabras describen una gran verdad. La realidad de que, la basta mayoría de nosotros, defenderíamos el pensamiento y la voluntad de que no estaríamos mejor en ningún otro lugar que no fuera en nuestra propia vivienda. Y es que, el hogar es siempre el hogar, ¿o no?

La casa de uno, el espacio propio, íntimo y personal en el que has construido tu vida, el lugar que alberga todos los recuerdos, experiencias y vivencias que conforman la historia de tu vida, y la de tu familia si la has tenido, es donde residen el corazón y la memoria. Es nuestra guarida, nuestro templo, nuestro castillo, donde ansiamos permanecer hasta el final.

El hogar como entorno de confort para los mayores

El hogar es el mayor entorno de confort para muchas personas mayores, donde se sienten más seguras y protegidas. Y también, para ellas es el lugar de sus rutinas, sus recuerdos más preciados, y donde reviven y evocan sus experiencias y emociones del pasado. Remembranzas que nos arraigan a quienes fuimos y seguimos siendo por mucho que cambien las circunstancias.

Sin embargo, también es cierto que la vivienda puede ser un lugar donde es más fácil abandonarse a los malos hábitos cotidianos y a las rutinas negativas por soledad, apatía y depresión. Emociones y sentimientos que pueden llegar a perjudicar seriamente el bienestar de la persona y conducirle a un deterioro paulatino.

Por ello, las personas mayores necesitan alguien que les facilite el cuidado, actividad, estimulación física y mental, rutinas sanas y hábitos saludables, comunicarse e interactuar con otras personas, alimentarse, hidratarse y descansar adecuadamente, así como sentirse que siguen siendo miembros activos de la sociedad. Pongámonos en esos zapatos en los que caminaremos en un futuro.

El bienestar y calidad de vida de nuestro familiar es primordial. Puede ser atendido en su casa y dejar que mantenga su máxima autonomía, o en la de un miembro de su familia donde se sienta como en la suya y autónomo aunque con ayuda. Asistir a alguien con algún grado de dependencia y/o discapacidad en casa implica que, por un lado, la persona se va a sentir mejor por encontrarse en un ambiente conocido y cómodo. Pero por otro lado, para ello, es importante otorgarle una buena asistencia.

La necesidad de una buena asistencia en casa

Viva sola o no. Una buena asistencia que potencie los buenos hábitos y que le permita a la persona reconocer todas aquellas sensaciones que le reconfortan y estimulan su memoria, tanto como para ganar seguridad y recuperar deseos, motivaciones e ilusiones, como para sentir tranquilidad y calma.

Estar en tu casa. Tener la asistencia que necesitas, como y cuando la necesites. Ser tú quien tome las decisiones siendo asistido y ayudado como tú quieras con alguien que te facilite la asistencia y necesidades personalizadas de atención, es la opción por la que optaríamos todos, sin duda.

En un futuro, ¿queremos ser nosotros los que tomemos la decisión sobre cómo y dónde deseamos ser asistidos con dignidad, comodidad, seguridad, tranquilidad y respeto? ¿No anhelaríamos, de llegar a ser dependientes, estar en casa y dormir en nuestra cama rodeados de nuestra vida pasada y gente que nos quiere en paz? ¿No preferirías vivir tu ancianidad dignamente en tu casa si tuvieras la opción?

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