Uno de los mayores retos de futuro a los que se enfrenta el sector de la asistencia domiciliaria para mayores es el envejecimiento de las personas en nuestro país.

Actualmente hay más de 9 millones de personas mayores de 65 años en nuestro país y cuentan con una esperanza de vida superior a los 20 años. De estas, más de 2,8 millones tienen más de 80 años y una longevidad en muchos casos superior a los 10 años.

Este grupo poblacional ha sido uno de los más afectados por la pandemia de la Covid-19 y que todavía sufre las consecuencias del aislamiento y cambios en sus dinámicas, hábitos y demás procesos cotidianos.

Según el nuevo informe del Barómetro de MayoresUDP, Covid-19: el impacto emocional y en el comportamiento privado y social de las Personas Mayores publicado por la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), alrededor de un 10% de las personas mayores dice sentirse sola, falta de compañía o aislada habitualmente.

Además los datos muestran que una mayor vulnerabilidad se concentra especialmente en las personas mayores de 80 años, mujeres y aquellas personas que viven solas y cuentan con rentas más bajas.

Invertir en cuidados para mejorar los servicios de asistencia domiciliaria para mayores

El progresivo aumento de la esperanza de vida de las personas no siempre va acompañado de un estado óptimo de salud lo que provoca el aumento del número de personas con mayor grado de dependencia con el paso del tiempo.

La crisis sanitaria del Coronavirus puso de manifiesto las carencias y necesidades reales de este grupo poblacional. Desde entonces ha aumentado el interés por crear normativas que velen por la seguridad y garanticen la calidad de los servicios prestados.

El Plan de Choque en Dependencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 es el marco de referencia para el diseño de una estrategia de colaboración entre el Gobierno, las comunidades autónomas (quienes tienen competencias en servicios sociales) y con la participación de personas con necesidades especiales, entidades del tercer sector, agentes sociales y demás actores para mejorar las prestaciones, apoyos y la atención a las personas en situación de dependencia.

Aumenta el presupuesto de Dependencia un 21,4%

El presupuesto destinado al Programa de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia en 2023 aumentará en más de 600 millones de euros, un 21,4% más que la cantidad asignada en 2022. Este aumento en la inversión se reflejará la reducción de las listas de espera y de los tiempos de tramitación de las solicitudes. Además, asegurará que las condiciones laborales de las personas que trabajan en el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) son dignas y introducirá mejoras en los servicios y prestaciones que garantizarán la atención adecuada de las personas con dependencia.

Actualmente también se trabaja en incrementar la intensidad horaria de las ayudas en los domicilios y se trabaja en conseguir que las personas cuidadoras familiares tengan acceso a una prestación económica sin requisitos de parentesco y de acreditación de cuidados previos hasta un año antes de presentar la solicitud.

Estos cambios en el modelo de cuidados de nuestro país pretenden conseguir que las personas vivan con los apoyos y cuidados que necesiten inspirándose en países más avanzados.