El blog del asistido

Las emociones en el entorno de personas con dependencia

Publicado por ASISTED el 30 noviembre, 2018

Emociones en personas dependientes

En las personas con dependencia, las emociones y los sentimientos lo son todo. Los de las personas dependientes y los de los familiares que cuidan de ellos son los más importantes, seguidos de los del entorno familiar. La gestión emocional es un tema fundamental a tratar cuando hablamos de asistencia y dependencia. Una buena o mala gestión de las emociones repercutirá sobre el cuidado y la calidad de vida de ambas figuras: la del dependiente y la del miembro de la familia que cuida. Existe un universo de emociones en el mundo del asistir a alguien y saber gestionarlas es básico.

Para la Organización Mundial de la Salud, la salud emocional se define como «un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.”

La importancia de saber gestionar las emociones en las personas con dependencia

El saber reconocer y regular las emociones propias, cómo gestionarlas y canalizarlas adecuadamente, y fomentar las positivas y transformar las negativas, es un trabajo fundamental en nuestra existencia que forma parte de nuestra vida diaria. El ser humano asigna conceptos afectivos y emocionales a todo aquello que nos rodea, desde personas hasta conflictos.

Todos actuamos basándonos en las emociones. Las emociones marcan y dirigen nuestras acciones. Y nuestras acciones determinan nuestro futuro y nuestra relación con el mundo exterior. Aprender a gestionar nuestras emociones y encauzarlas correctamente nos permite vivir en positivo, haciéndonos más resistentes a las adversidades y equilibrando nuestra vida y ser.

Si sabemos auto gestionar las emociones, estaremos aprendiendo a gestionar nuestro propio proyecto de vida. La fuente de nuestro bienestar reside en estar preparados para hacer frente a las emociones negativas y estimularnos con positivas.

Comprender nuestras propias emociones e inteligencia emocional en nuestro día a día nos va a proporcionar las herramientas necesarias (físicas, mentales y emocionales), que nos ayudarán a obtener bienestar y una mejor calidad de vida.

Las emociones en el entorno de personas con dependencia

En el entorno de las personas con dependencia parece que existe una mayor prevalencia de emociones negativas. Estas son debidas al sufrimiento, la frustración y la no aceptación del enfrentarse a una difícil situación personal o familiar. La realidad es muy dura y no es fácil aceptar ciertas circunstancias. Pero la felicidad real no depende de una o varias circunstancias, sino del resultado de un trabajo interior verdadero.

Por tanto, todos los estímulos positivos externos que favorezcan los recursos internos de una persona, siempre le ayudará. Las emociones son una guía y la correcta gestión de las mismas un buen camino.

¿Cuáles son las emociones y sentimientos recurrentes de la persona dependiente?

  • Depresión
  • Inseguridad
  • Miedo
  • Desconfianza
  • Desconcierto
  • Irritabilidad
  • Soledad
  • Intranquilidad
  • Apatía

¿Cuáles son las emociones y sentimientos recurrentes del familiar que asiste?

  • Miedo
  • Incertidumbre
  • Soledad
  • Tristeza
  • Cansancio
  • Sobrecarga
  • Abandono
  • Culpa
  • Irritabilidad

¿Cuáles son las emociones y sentimientos recurrentes de los familiares?

  • Inseguridad
  • Intranquilidad
  • Miedo

Así pues, para una óptima gestión de las emociones en el mundo de los cuidados, hay que hacer un trabajo personal de reconocimiento de lo que sentimos, aceptar aquello que sentimos sin ser nuestros peores jueces, elegir qué hacer con nuestras emociones y nuestros pensamientos siendo plenamente conscientes de la fuerte influencia que tienen en nuestra vida, y comunicar lo que sentimos y cómo lo sentimos.

A través de la acción y el hacer, y el ser compasivo y paciente con el mundo emocional personal, lograremos gestionar mejor nuestras emociones y alcanzar un equilibrio emocional que repercutirá en la mejora de la calidad de vida de quienes asistimos.

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