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¿Qué es la demencia y qué impacto tiene?

Publicado por ASISTED el 26 marzo, 2019

Impacto demencia en las personas

La demencia no es una enfermedad específica per sé.

La palabra ‘demencia’ es un término que se utiliza para englobar y describir una amplia gama de distintas enfermedades de carácter neurodegenerativo, cuyos síntomas están asociados con el deterioro de la memoria y otras habilidades que llegan a reducir la capacidad de una persona de realizar sus actividades diarias.

De todas las demencias, la enfermedad de Alzheimer es la más común de todas ellas.

Con suma facilidad se asocia de forma errónea el concepto de demencia a “senilidad” o “demencia senil”.

Lo que evidencia una creencia extendida pero completamente incorrecta de que el deterioro mental es una consecuencia normal del envejecimiento.

Muchas demencias son progresivas, lo cual significa que los síntomas comienzan poco a poco y van empeorando gradualmente.

La mayoría de los cambios que se producen en el cerebro y que causan demencia son permanentes y empeoran con el tiempo.

Y en el caso de las demencias más progresivas, como con la enfermedad de Alzheimer, no existe una cura ni un tratamiento que detenga su avance.

De todos modos existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que pueden mejorar los síntomas.

El impacto la demencia sobre la persona y la familia

La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. La demencia tiene un impacto físico, psicológico, social y económico no solo en las personas que la padecen, sino también en sus cuidadores, sus familias y la sociedad en general.

1. Ámbito físico

Con el avance de la patología, las capacidades de las funciones motoras, conductuales y cognitivas irán viéndose más mermadas.

A medida que pase el tiempo, se producirá una reducción en el equilibrio, la movilidad, la comunicación verbal, la capacidad respiratoria y la función cardiaca del individuo.

En estados avanzados, los enfermos serán completamente dependientes las 24 horas del día.

2. Ámbito psicológico/emocional

La pérdida progresiva de las capacidades y habilidades afecta la autonomía de los enfermos y su autoestima.

También afecta a su entorno más cercano. Los enfermos, sus familiares y cuidadores principales sufren y pueden experimentar depresión, estrés, angustia, ansiedad, frustración, culpa, miedo, aislamiento, tristeza e irritabilidad producidos por la continua sobrecarga emocional y dolor psicológico.

3. Ámbito social/económico

Este tipo de enfermedades tiene un gran impacto social y económico sobre las familias de los enfermos.

A medida que la enfermedad gane terreno y la dependencia sea mayor, el gasto económico aumentará.

También debemos resaltar que las enfermedades mentales siguen siendo estigmatizadas por el conjunto mayoritario de la sociedad.

Ese es uno de los principales factores que empujan a enfermos y cuidadores al aislamiento.

Las enfermedades neurodegenerativas exigen un fuerte apoyo económico, profesional y social.

4. Ámbito familiar

Cuando una enfermedad neurodegenerativa entra en la vida de una familia, todos sus miembros se ven sacudidos por ella.

Muchas de estas enfermedades las rompen, por desgracia, por todo lo que generan: problemas económicos, cambios en las relaciones entre miembros de la misma familia, conflictos, dudas, miedos, visiones distintas sobre el abordaje del cuidado y el impacto directo en la calidad de vida del enfermo y su cuidador.

Toda dependencia genera cambios de roles dentro del núcleo familiar, por desgaste personal y sobrecarga emocional.

Y el continuado efecto de la patología sobre estas personas puede producir daños en las relaciones interpersonales.

En España, un 80% de los cuidados se realizan en el hogar y son familiares del enfermo los que cuidan de él.

Más de un 90% de cuidadores no acude a organizaciones ni asociaciones donde puedan recibir apoyo y herramientas para lidiar con ese mal.

Y como consecuencia de lo anterior, más de un 50% de los cuidadores dicen sentirse aislados de la sociedad y casi un 40% afirman no disponer de tiempo para dedicarse a sí mismos y su autocuidado.

Se estima que entre un 50 y un 60% de ellos acaba padeciendo algún trastorno psicológico o psiquiátrico.

Los efectos en el cuidador familiar

Cuidar quema y desgasta al cuidador familiar física y psicológicamente.

En numerosas instancias, los cuidadores sienten una carencia de empatía y falta de acompañamiento y ayuda por parte de los otros miembros de su familia, y una gran soledad e incomprensión.

Como vemos, las demencias son enfermedades neurodegenerativas y terminales que durante años nos sumen en una realidad triste y a la vez compleja.

Sufren ellos. Y sufrimos nosotros. La persona que la padece cada vez se encierra más en su mundo a la par que su mente se va perdiendo en un abismo de olvido infinito.

Y bailan, entre la consciencia y la inconsciencia, la realidad y la irrealidad al compás de una melodía inconexa.

Dejan de reconocerse a sí mismos y a los miembros de su entorno. Y los suyos, son testigos impotentes de cómo van perdiendo día a día esa la persona que fue, sin poder hacer nada para detenerlo.

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