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¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas?

Publicado por ASISTED el 13 noviembre, 2018

Enfermedades Neurodegenerativas

En ASISTED nos ponemos siempre en la piel de las familias de personas dependientes, sea cual sea el tipo de dependencia que el familiar padezca.

Toda dependencia requiere de una asistencia que asegure la mejor calidad de vida posible para ellos y la mayor tranquilidad y seguridad para vosotros.

Las enfermedades neurodegenerativas son de las enfermedades, en términos de gestión y dependencia, más complejas y duras que existen al ser incurables y prolongarse en el tiempo durante años.

Es por ello que queremos dar respuesta a esas preguntas que todos nos hacemos al principio cuando nos enfrentamos a una de ellas:

¿Qué son las enfermedades neurodegenerativa?

Se conoce como enfermedades neurodegenerativas a toda aquella patología que resulta en un proceso crónico en el que se produce un deterioro paulatino, irreversible y terminal del cerebro de la persona afectada, provocado por la muerte celular selectiva de neuronas y el consecuente efecto dañino sobre el sistema nervioso central que dicha degeneración neuronal conlleva.

Uno de los ejemplos y casos más comunes de enfermedad neurodegenerativa es el Alzheimer

El deterioro neurológico y la pérdida de las funciones cerebrales que genera, se manifiesta, según el tipo de enfermedad, con:

  • Déficits cognitivos
  • Demencia
  • Problemas motrices
  • Trastornos psicológicos y de conducta

¿Cómo afecta al enfermo y su entorno?

Es importante ser conscientes de lo que dichas enfermedades representan y cómo afectan en los ámbitos físico, psicológico/emocional, social/económico y familiar:

  • El deterioro físico y mental progresivo e imparable de la persona afectada
  • Los riesgos en la estabilidad de la salud física y mental de quienes cuidan de ella
  • La calidad de vida de enfermos y cuidadores familiares
  • La sobrecarga física, psicológica, emocional y económica que tales patologías producen
  • El impacto en el entorno: reajustes familiares, dependencia, conciliación y atención requerida

¿Con qué problemáticas se encuentra el cuidador familiar al gestionar una persona con este tipo de enfermedades neurodegenerativas?

  • No asumir la enfermedad. La aceptación es el primer paso de un proceso de duelo que vamos a experimentar. Si no aceptamos, no estaremos preparados para hacernos cargo del cuidado y no estaremos dándole a la persona la calidad de vida que requiere. Resumiendo, si no aceptas no estarás capacitado para asistir.
  • Falta de conocimiento, gestión de la misma y planificación de los cuidados.
  • Sobrecarga física y emocional que produce cuidar de un familiar con una enfermedad que va a ir a más y requiriendo más atención a medida que aumenta la dependencia.
  • No saber pedir ayuda cuando no podemos llegar a todo y estamos “quemados” (síndrome del cuidador quemado).
  • No encontrar tiempo para uno mismo: las relaciones se hacen complicadas a medida que progresa la enfermedad y aumenta la dependencia. Los cuidadores familiares tienden a irse aislando y a sentirse apartados del mundo, olvidados y solos. Las relaciones son complejas porque todas ellas girarán entorno a la patología por lo general.
  • Falta de descanso adecuado: la dependencia de alguien nos exige mucho. Y si no tratamos de cuidarnos en lo posible, y logramos intentar tener un buen descanso el agotamiento nos acabará pasando factura.
  • Hábitos y salud: debemos seguir hábitos saludables. Alimentarnos adecuadamente. Mantener una buena salud física y mental. Evitar excesos. Dormir el mayor número de horas posibles. Estar alerta sobre las señales que nos mandan nuestro cuerpo y nuestra mente. Nuestro estado anímico positivo y sano tiene que ser una de nuestras prioridades principales. Si no estamos bien nosotros, no estamos cualificados para cuidar o seguir cuidando. Para asistir bien, asístete a ti primero. Si no lo hacemos caemos en riesgo de enfermar.
  • No saber poner y marcar límites por nuestro bien y nuestra salud física y mental.
  • No comunicarnos ni expresarnos a nivel emocional.

Consejos para identificar el momento en el que la calidad de vida del enfermo empeora si no se introduce en el sistema un asistente profesional

Debemos aprender a ser críticos con nosotros mismos y saber escuchar a nuestro cuerpo y detectar las siguientes señales en nosotros, que indican que ya no podemos cuidar solos. Hay que aceptar cuando estamos en un punto en el que las exigencias de la dependencia nos superan.

  • Depresión
  • Apatía
  • Irritabilidad constante
  • Frustración permanente
  • Ansiedad
  • Falta de descanso y tiempo para desconectar y oxigenarnos
  • Pérdida de la paciencia con el enfermo
  • Aislamiento social
  • Infelicidad
  • Estrés
  • Rechazo
  • Bloquearse ante la gestión adecuada del cuidado y la toma de decisiones que garantizan la buena atención al enfermo y su calidad de vida
  • Refugiarse en el abuso de sustancias como el alcohol, el tabaco o la sobre medicación propia

Ante estas señales tenemos que ser honestos con nosotros mismos y aceptar, por mucho que nos pueda costar, que necesitamos asistencia profesional  externa por nuestro bien y ante todo el de la persona dependiente.

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