El blog del asistido

El impacto del Parkinson en el cuidado de las personas

Publicado por ASISTED el 15 enero, 2019

La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo del sistema nervioso de nuestro cuerpo que afecta al movimiento de quien lo padece.

Su manera de presentarse es haciéndolo de forma gradual. En ocasiones, empieza con temblores casi imperceptibles en una única mano. Aunque los temblores suelen ser el signo más reconocido de la enfermedad, dicho trastorno causa rigidez o disminución del movimiento con frecuencia.

En los estadios tempranos de la enfermedad de Parkinson, puede ser que el rostro de la persona manifieste expresiones muy leves o no que no las manifieste y que no se produzca un balanceo de los brazos al caminar. También es probable que el habla se torne suave o distorsionada.

Desafortunadamente, como cualquier enfermedad neurodegenerativa, los síntomas del Parkinson empeoran a medida que el trastorno avanza con el tiempo.

Síntomas y signos del Parkinson

Aunque no exista una cura para dicha patología, los tratamientos farmacológicos pueden mejorar notablemente los síntomas. En casos poco frecuentes, el médico podría sugerir una cirugía con el fin de tratar de regular determinadas regiones en el cerebro para así mejorar los síntomas. Pero nunca para eliminarlos por completo.

Los síntomas y signos de la enfermedad de Parkinson pueden variar de una persona a otra. Los primeros signos pueden ser leves y pasar desapercibidos. Los síntomas suelen comenzar en un lado del cuerpo y, por lo general, continúan siendo peores de ese lado, incluso después de que comienzan a afectar ambos lados.

Además, la enfermedad de Parkinson a menudo está acompañada de otros problemas adicionales, como la dificultad para pensar, depresión y cambios emocionales, problemas para tragar, problemas para masticar y comer, problemas para dormir y trastornos del sueño, problemas con la vejiga, estreñimiento, cambios en la presión arterial, disfunción del olfato, cansancio, dolor y disfunción sexual.

Cuidar a un paciente con enfermedad de Parkinson es estrenaste y agotador y genera un impacto importante sobre la salud física y mental de quien lo atiende:

  • El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que produce una progresiva discapacidad, la cual va reduciendo sistemáticamente la autonomía de los pacientes.
  • La familia es el pilar principal en el cuidado de los afectados desde las etapas iniciales pero, sobre todo, cuando se encuentran en fases avanzadas de la enfermedad.
  • A pesar de que las situaciones y necesidades de los pacientes son distintas e individuales, la asistencia, por lo general, incluye ayudarle a realizar tareas cotidianas en un entorno seguro, estar pendiente de que toma la medicación, trabajar con rehabilitación y fomentar su actividad social.
  • Cuanto más avanza la enfermedad, mayor y más intensa será la necesidad de atención y asistencia.

Los cuidadores deben hacer frente a las deficiencias motoras y a los síntomas no motores (como pueden ser: trastornos del sueño, deterioro cognitivo, cambios de comportamiento o síntomas de depresión), las cuales podrían acabar teniendo un serio impacto en la calidad de vida del paciente y su cuidador.

Hablemos del cuidador familiar

¿Y cómo nos afecta el cuidar a los cuidadores principales familiares física y psicológicamente a la larga si no recurrimos a ayuda?

  • En nuestro descanso, pautas y patrones de sueño
  • En nuestras relaciones sociales personales si no disponemos de tiempo propio
  • Causa irritabilidad, cansancio físico y psicológico
  • Puede producir en ti depresiones, angustia y ansiedad
  • Conducir a sufrir el ‘Síndrome del Cuidador Quemado’ por sobrecarga
  • Te puede llevar al abuso de medicamentos, tabaco, comida y/o alcohol
  • Estás al cargo de alguien cuya dependencia va a ir en aumento y te va a exigir más
  • Nos irá aislando debido a que poco a poco la familia y los amigos te irán dejando solo
  • Abandono del cuidado propio
  • Somatizaciones y problemas de salud (algunos graves)
  • Sentimientos de soledad, desesperación, falta de apoyo e irascibilidad
  • Agotamiento y cansancio crónicos

Desde ASISTED, te recomendamos no llevar toda la carga tú. Pedir ayuda es imprescindible. Ante todo, lo importante es siempre el bienestar de la persona afectada y si tú no estás bien, no podrás cuidar como es debido. El apoyo de un asistente profesional te proporcionará tiempo para cuidarte.

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