El envejecimiento de la población es uno de los principales retos de futuro al que nos enfrentamos como sociedad.

Este artículo de El País, refleja de forma realista la evolución de la pirámide demográfica de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y compara la inversión pública que se destina a cuidados de larga duración (incluida la asistencia sanitaria y social).

Los datos muestran que la población envejece aceleradamente y que, en 2050, España será el país más longevo de Europa. Esto, implica que las necesidades de cuidados de larga duración crecerán drásticamente en los próximos 30 años.

Unas cifras que suponen todo un reto de adaptación social y económico en el que el sector privado desarrollará un papel fundamental.

¿Cómo nos adaptamos a este nuevo modelo demográfico?

La pandemia sanitaria del Covid-19 también ha supuesto desde los inicios un reto complicado. Ha puesto de manifiesto las carencias del sistema sanitario y social. Un modelo precario que no reconoce el valor de los profesionales pese a tener un papel imprescindible en nuestro día a día.

En ASISTED, llevamos más de 40 años trabajando para mejorar la calidad de vida de personas dependientes. Durante todo este tiempo, hemos dedicado nuestros esfuerzos a ofrecer servicios de la mejor calidad. Así como adaptarlos a las necesidades reales de nuestros usuarios de forma personalizada y reconocer la labor de nuestros trabajadores formándoles y mejorando sus condiciones laborales junto al comité de empresa.

Estos, son algunos de los factores que impulsamos y creemos imprescindibles para obtener un modelo de negocio sostenible en el tiempo que cubra todas las necesidades de la población:

Reconocer la profesión y dignificarla 

Aunque los estudios muestran una gran (y creciente) necesidad de profesionales para abarcar el imparable envejecimiento de la población, como bien indica en el artículo de El País, “el director general del Imserso, Luis Alberto Barriga, estima que “se van a necesitar unos 290.000 profesionales más en el sector de los cuidados en 2040″. Es uno de los menos atractivos para trabajar por sus condicionales laborales y salariales. Se calcula que en torno al 80% de los cuidadores no son profesionales.”

Esta precariedad influye a que cada vez menos personas quieran dedicarse profesionalmente a ello. Uno de los primeros pasos debería ser reconocer esta profesión y dignificarla.

Por eso, en ASISTED todos nuestros trabajadores son asalariados en plantilla dados de alta en régimen general de la Seguridad Social. Además, contamos con un comité de empresa formado por trabajadores con un presidente que, junto a la dirección, lucha por sus derechos y por unas condiciones dignas.

Impulsar la formación profesional de asistentes domiciliarios

Otro punto que debemos tener en cuenta es la formación de los profesionales. Conseguir una titulación que aporte reconocimiento y profesionalidad a los trabajadores, también contribuirá a mejorar sus condiciones laborales.

Nos enorgullece que ASISTED Academy sea la primera formación impulsada por una organización social. Ya son muchos de nuestros trabajadores los que se han iniciado su formación, distribuida en 4 cursos destinados a formar en valores y técnicas para unificar conceptos y mejorar la atención prestada.

Implicación por parte del sector público para adaptarnos al envejecimiento de la población

Aunque los profesionales de la atención domiciliaria son un pilar fundamental, los millones de usuarios que requieren cuidados en el domicilio conforman otro igual de importante.

Son miles las personas que anualmente quedan fuera del sistema, sin acceso a ayudas o prestaciones que reducen la posibilidad de acceder a estos servicios por las evidentes carencias, acentuadas a raíz de la pandemia.

“Con fecha del 31 de diciembre de 2020, había en España 1.356.473 personas (30.000 menos que en 2019 por la covid) en situación de dependencia reconocida y otras 141.556 pendientes de valoración, según datos de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Esto significa que el 3,6% de la población española necesita apoyos de mayor o menor intensidad para desarrollar las actividades básicas de la vida diaria.”

Lo que muestra es una financiación insuficiente. En España por debajo de la media de los países de la OCDE pese a los datos que muestran el imparable envejecimiento de la población. Hecho que deberá dar un giro drástico cuanto antes para asegurar un futuro digno y con acceso a asistencia para todos los ciudadanos.